Acogedora suavidad


Una ternura dulce y aterciopelada.

Para la creación de Florentina, el color que me inspiró fue el azul, símbolo de la dulzura y la ternura.

Florentina se engalana con las materias fetiches. Primero la almendra, por su lado rico pero fresco; luego el iris de Florencia, flor noble muy empolvada, seguido del heliotropo, flor igualmente empolvada con un ligero toque de vainilla, los tres acentuados por el almizcle blanco y, por último, por el clavel, que realza la fragancia con notas especiadas. La raíz de vetiver de Haití concede una vibración amaderada a esta melodía en azul.

 

Una introducción a las materias primas principales...

LA ALMANDRA AMARGA

La almendra amarga es la semilla contenida en la nuez del fruto. La esencia obtenida tras la destilación de estas semillas es un producto natural, de olor dulzón sin llegar a azucarado. La almendra amarga es dominante, se cuela entre las primeras notas del perfume.

IRIS PALLIDA

En Italia, el iris Pallida, de perfume delicado y apolvado, brota en suelos escarpados, rocosos y poco expuestos al sol, lo cual impide todo tipo de cultivo mecánico. Son necesarios seis años para obtenerlo: tres de cultivo y tres de secado. Este proceso extremadamente largo explica su alto coste: el iris Pallida es una de las materias primas más caras y nobles en perfumería.

NARANJO AMARGO

El naranjo amargo es un árbol preciado, que mide de 5 a 10 m de altura. Sus flores de cinco pétalos, que pueden ser blancas o rosas, se recogen a mano durante el mes de abril. De estas flores se obtienen productos realmente distintos: el absoluto de flor de azahar, por extracción de los disolventes, y la esencia de nerolí, por destilación. El absoluto de flor de azahar es muy denso y actúa como núcleo del perfume, aportándole su carácter narcótico, animal y sensual.

 

 

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