Madreselva...


Mientras Camille Goutal caminaba por el jardín de su casa en la Provenza francesa, se acordó de las coronas de la madreselva que ella tejía con sus primos cuando jugaban a princesas.

Este perfume evoca el sol, la risa de los niños, y un tierno aroma sin preocupaciones. Una época que no fue hace tanto tiempo...

Una fragancia sonriente, transparente, que canta como los primeros días de la primavera.

La flor de la madreselva tiene un suave aroma y miel. Sutilmente es transformada por el tallo, que revela una nota verde, fresca y herbácea. Otros secretos: un toque de narcisos silvestres, una sugerencia de los jazmines y una pizca de semillas de árboles de limón.

Frescura y el sol,